sábado, 30 de mayo de 2009

La Educación encierra un Tesoro - Capítulo IV (Pilares del conocimiento)

En este capítulo, se hace énfasis en los pilares del conocimiento: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. Sin embargo se menciona que los sistemas educacionales practican solo las primeras dos y que las dos últimas son relegadas o practicadas en menor medida.

Recuerdo cuando estuve en el liceo y como todos sabemos, existen profesores de todo tipo. En mi caso personal, tuve una excelente profesora jefe, bastante joven (la mayoría de los profesores de mi enseñanza media fueron muy jóvenes). Tal vez, ellos venían con otra metodología, con ideas más frescas. Eran profesores muchos más cercanos, que incluso podían ser hasta nuestros amigos. Muchos confiábamos en ellos.

Retomando hacia mi profesora jefe, su materia la enseñaba muy bien y en los llamados consejos de cursos, ella desarrolló actividades para conocernos mejor a sí mismos y a los demás compañeros; se preocupaba por cada uno de nosotros, lo que sucedía con nuestros padres y en nuestras casas. También se preocupaba por enseñarnos lo que es una vocación, a pensar en el futuro, en una carrera; a pensar por nuestra cuenta y no aprender de “memoria”. Solía ser majadera, pero ella misma decía “es por su bien”, “deben estudiar todos los días, por lo menos una hora”. Al mismo tiempo, la sensibilidad y lo espiritual, se mostraban en esos consejos de cursos, en donde hubo muchas veces, espacio para el dialogo. Estas cosas, además de su forma de enseñar, desarrollo el bastante el gusto por su asignatura (a pesar de que muchos se quejaban de que ella era muy exigente) y a desarrollar nuestro lado humanista.

Hoy en día, todavía existen personas que quieren desarrollar en sus alumnos los cuatro pilares del conocimiento. Cuando se está en la enseñanza media, uno mismo no se pregunta estas cosas, pero al estar en la universidad o al salir de la educación media, se da cuenta que cosas se aprendió, que cosas sigo aplicando o recordando gracias a la educación de mis profesores.

Existe otro detalle que quisiera acotar: no todo está en los educadores, nosotros los alumnos también debemos poner de nuestra parte para desarrollar y ayudar a los profesores a alcanzar las aptitudes necesarias, para seguir aprendiendo a lo largo de la vida.

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